El Verdadero Hombre de Dios

Verdadero Hombre de Dios es un estudio sobre qué es un verdadero hombre de Dios. Viéndolo en sobrevista.

Cuando decimos «de alguien», queremos decir que la persona pertenece en una forma a este «alguien». Entonces, un hombre de Dios es un hombre que pertenece a Dios. Pero es mucho más que es él es una criatura de Dios. Quiere decir que este hombre es dedicado a Dios, que tiene un alto compromiso con Dios, y sobre todo, es usado por Dios en la obra de Dios. Además, es un ministro para Dios, aunque sea formal (que vive de ello) o informal (hombres que sirven a Dios, pero tienen el sustento de sus casas de un trabajo secular).

Necesitamos añadir a este concepto que el verdadero hombre de Dios no es un falso profeta, alguien en el ministerio, pero a la verdad trabaja más para Satanás y sus propósitos que para Dios. La diferencia es vista en cómo sirve y qué hace. Sobre todo, los métodos que usa este ministerio, su carácter moral de él mismo, y sus motivos y objetivos son lo que revelan su verdadero carácter como un hombre de Dios o un hombre de Satanás.

Miqueas 6:8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Justicia es lo que debe una persona hacer delante de Dios. Misericordia habla de la forma y los motivos en que un ministro hace lo que hace. La humillación habla de la forma en que hace su ministerio. La arrogancia es una clara marca de Satanás.

El Hombre de Dios es revelado por su Forma de Vivir la Vida

Tenemos que entender la base o fundación moral de un cristiano. Primero, y sobre todo, una persona identifica correctamente como perteneciendo a Dios va a ser salvo, va a tener una relación salvadora con Jesús, y esto es visto en su vida.

Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Romanos 1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Hay Distintas Marcas de un Hombre de Dios

Como dije arriba, la arrogancia y soberbia de un ministro es muy clara en identificar el hombre como un falso profeta. La humildad y mansedumbre de Jesucristo en tal hombre le identifica como un hombre de Dios.

Mateo 5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

El concepto de «perfecto» en la Biblia es de ser maduro, adulto, que es responsable y se mantiene a sí mismo en lo de su propia vida y ministerio. O sea, no es juvenil, inmaduro, o siempre buscando las pasiones juveniles (2 Timoteo 2:22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.) Como Pablo instruyó al ministro joven Timoteo, el hombre de Dios tiene crecer a ser adulto en su vida propia, en su personalidad, en su carácter moral, y esto es visto en responsabilidad y deberes cumplidos en las obligaciones de la vida. Pablo dijo en 1 Timoteo 3, que los requisitos para alguien de entrar a ser pastor son de su carácter moral.

Hebreos 11:17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito,
Hebreos 11:18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;
Hebreos 11:19 pensando que Dios es poderoso para levantar aún de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.

Abraham fue un hombre de Dios porque tuvo alto respeto a lo que Dios dijo, lo que Dios le prometió. Esto fue hasta de traer de la muerte su hijo. Dios le dijo de matarle en sacrificio frente a Dios. Dios había dicho que por Isaac iba a levantar un gran número de descendientes, pero en esto se presentó una contradicción. Lo que Dios anteriormente prometió, y lo que Dios en este momento estaba mandando. Abraham creó que si Dios le manda a matarle, que también Dios es poderoso de traer a la vida de nuevo. Todo el asunto es su fe, creer en Dios, su Palabra, sus promesas, y su poder.

Pero es muy distinto la diferencia aquí entre un hombre de Dios, y otros hombres, aun cristianos inmaduros. El hombre de Dios cumple con sus deberes POR MEDIO DE SU RELACIÓN CON JESUCRISTO, por su salvación. Es por el poder de Dios (especialmente por seguir el ejemplo de Jesucristo y por el poder espiritual del Espíritu Santo) que un varón llega a cumplir en su vida y carácter moral con lo que Dios quiere. No se pone a hacer estas tareas por medio de su carne, sino por el poder de Dios. De necesidad, esta tarea le hace el varón un buen estudiante de las Escrituras, porque por la Biblia él aprende del ejemplo de Jesús, y entiende del Espíritu Santo actuando en su propia vida.

Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

O sea, es solamente por el poder de Dios que uno puede cumplir en cualquier forma de ser un hombre de Dios, que bien representa a Dios, que bien cumple con la obra de Dios, o sea, el ministerio. Además de esto, su fuerza moral es porque no piensa en sí que uno puede lograr por sus propios pensamientos y esfuerzos, pero hasta cómo, qué etc. es decidido por Dios.

Proverbios 3:5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Proverbios 3:6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Proverbios 3:7 No seas sabio «en tu propia opinión;» Teme a Jehová, y apártate del mal;
Proverbios 3:8 Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.

Un hombre de Dios hace lo que hace para Dios por medio de seguir las instrucciones que Dios le da. No es que el hombre de Dios es muy inteligente, muy ingenioso, muy fuerte en su propio esfuerzo, pero en que es tan bueno que simplemente escucha a Dios y sigue las instrucciones de Dios. Dios le habla por la Biblia en qué hacer y cómo hacerlo.

Hebreos 11:24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,
Hebreos 11:25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,
Hebreos 11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros « de los egipcios;» porque « tenía puesta la mirada» en el galardón.

Moisés también era un gran hombre de Dios porque rehusó las riquezas como lo mejor de su propia vida.

Hebreos 11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros «de los egipcios;» porque « tenía puesta la mirada» en el galardón.

Moisés fue marcado también por su vista puesta en el galardón celestial, y esto saturó su vida más que las cosas se van bien en esta vida.

Otras Marcas de un Hombre de Dios.

1 Timoteo 6:11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

Vimos en la dirección de la vida de Moisés que su vida tiene elementos muy especiales. Sus metas son espirituales más que carnales.

No Despreciando el Elemento de Ser un Hombre

Hoy en día, el mundo quiere quitar cualquier elemento de fuerza, decisión, entrego de los hombres. Son afeminados, son pobres espirituales en su vida.

1 Corintios 16:13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

Debemos regresar a la Biblia y entender que de «ser hombre» es algo especial. Habla de virtud o fuerza moral. No es una vergüenza de ser fuerte, sino que es varonil y aprobado frente Dios.  A la vez que un hombre debe ser fuerte, no es machismo, sino humildad como Jesucristo nos mostró.

Miqueas 6:8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

En ninguna forma Jesús era débil o incapaz o algo de vergüenza. Fue muy fuerte moralmente, pero a la vez tuvo cortesía extrema en sus tratos con otros. Se manifestaba un lado fuerte y duro solamente a personas que enseñaban error para que otros les sigan en el error, como los fariseos.

1 Reyes 2:2 Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre.
1 Reyes 2:3 Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas;
1 Reyes 2:4 para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.

Verdadero Hombre de Dios




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El impío no tiene un conocimiento práctico y prevaleciente de la maldad del pecado, porque él no tiene un conocimiento de Dios. Aquellos que temen a Dios temerán el pecado; aquellos que en sus corazones son irreverentes e impertinentes para con Dios, harán, en sus corazones y en sus vidas, lo mismo para con el pecado; el ateísta, que piensa que Dios no existe, también piensa que no hay pecado contra Él. Nada en el mundo entero nos mostrará de manera tan simple y poderosa la maldad del pecado, tanto como el conocimiento de la grandeza, bondad, sabiduría, santidad, autoridad, justicia, verdad y etc., de Dios. Por tanto, el sentir su presencia hará que también sintamos la maldad del pecado.

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