Pastor: el Intercesor espiritual

Pastor: el Intercesor espiritual es una breve entrada sobre este aspecto del ministerio pastoral, y la compasión de él.




Intercesor

El pastor es además un intercesor para sus ovejas. Él es quien que debe estar orando constantemente para ellos. Habla de primero conocer a cada oveja, su persona, su personalidad y carácter, sus fuerzas y fallas, y luego orar delante del trono de Dios por él.

En un sentido muy importante, el único entre los miembros de su rebaño y la ira de Dios es él. Claro que Jesús está en esta posición más importante que el pastor. Pero Jesús ha instalado pastores para cuidar espiritualmente sobre el rebaño.

El pastor es un ministerio muy importante por lo tal. Pastores no pueden salvar a nadie, pero cada individuo tiene que buscar a Jesús para ser salvo. Pero los pastores se dedican sus vidas cada domingo en exhortar a los hermanos, y tratar de ayudarles. Debe orar constantemente para ellos.





Alcoholismo y el Cristiano v3
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Baxter Orientaciones para Odiar el Pecado
es un artículo de 20 "orientaciones" o pensamientos porque debemos odiar el pecado y alejarnos de ello.
Extracto: 1. Orientación
Esfuércese tanto por conocer a Dios como para ser conmovido por Sus atributos. Viva siempre delante de Él. Nadie puede conocer el pecado perfectamente porque nadie puede conocer a Dios perfectamente. Usted no puede conocer el pecado más de lo que conoce a Dios, contra quien usted peca; la maldad formal del pecado es relativa, pues es contra la voluntad y los atributos de Dios. El hombre piadoso tiene algún conocimiento de la maldad del pecado, porque él tiene algún conocimiento del Dios que es ofendido por este.

El impío no tiene un conocimiento práctico y prevaleciente de la maldad del pecado, porque él no tiene un conocimiento de Dios. Aquellos que temen a Dios temerán el pecado; aquellos que en sus corazones son irreverentes e impertinentes para con Dios, harán, en sus corazones y en sus vidas, lo mismo para con el pecado; el ateísta, que piensa que Dios no existe, también piensa que no hay pecado contra Él. Nada en el mundo entero nos mostrará de manera tan simple y poderosa la maldad del pecado, tanto como el conocimiento de la grandeza, bondad, sabiduría, santidad, autoridad, justicia, verdad y etc., de Dios. Por tanto, el sentir su presencia hará que también sintamos la maldad del pecado.

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