¿Es pecado tener o asistir a una iglesia grande?

En sí no es pecado el tamaño de una iglesia. Puede ser mediana, grande, chica, o muy chica, o muy grande. La Biblia no habla mucho de todo esto. Pero entra unos problemas particulares al tamaño cuando llega a ser muy grande, (o el inverso cuando es muy chico).

Problemas de Iglesias muy Grandes

Jn 10:3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.

Lo que vemos en este versículo no es una prohibición en contra de iglesias grandes, sino una norma que debe existir en cualquier iglesia bíblica. Esta norma habla sobre la relación entre las ovejas y su pastor. Este pasaje habla claramente como Jesús como nuestro buen Pastor, pero a la vez, habla sobre la forma de un pastor bíblica (y una iglesia bíblica) que el pastor no brinca el redil, sino entra formalmente y correctamente, hablando de como el bíblico pastor hace las cosas. En esto, habla de un pastor que no es pastor «por la puerta» sin trata de hacer su influencia por medios o formas escondidas (brincando el redil).




En esta discusión, observamos la regla que «el buen pastor» llama a sus ovejas por nombre, y él las saca. Habla de una relación personal, por nombre, entre el pastor y sus ovejas. Si asistes una iglesia grande, ¿Puedes decir con toda honestidad que el pastor tiene un conocimiento y relación personal con cada miembro de la iglesia? O sea, esta es la norma de Dios, y por el afán de crecer y ser «grande», ¿No han quebrantado con esta norma de Dios?

En las iglesias grandes, es normal de tener muchos pastores asistentes a quienes se encargan parte de la congregación. Pero aun con esto, la duda sigue, porque ¿Conoce el pastor que predica todas las situaciones, problemas, y necesidades de cada uno de sus ovejas? Con un pastor y una iglesia de 100 personas, esto es muy difícil, entonces ¿Cómo será con una iglesia de 6000 miembros? Simplemente, la persona que decide y predica cada domingo no puede saber las situaciones de cada miembro.




Yo soy pastor, y a veces predico un sermón sobre un tema necesaria para unos en la iglesia. Sabiendo las situaciones de mi gente, a veces uno cambia las palabras que va a decir porque sabe que dañaría a alguien. Cuando hay una pareja que han perdido a un bebé, o que hay un padre maltratando a su hijo joven, o un hijo rebelde con una cosa en particular, todo esto puede afectar qué dice el pastor, y cómo lo dice. Es muy importante que las mujeres sean obedientes a sus maridos, pero entendiendo que hay parejas presentes donde el marido abusa de su esposa cambia el tono y qué dice sobre el tema. Todo esto no se puede comunicar bien ni extensivamente entre pastores asistentes y el pastor principal que predica.

Igualmente, en iglesias grandes, el pastor pocas veces deja que los pastores asistentes predican, y por lo cual, aunque ellos saben de situaciones, no pueden tratar de remediar situaciones y faltas en las vidas de las personas. Muchas veces un pastor asistente entiende que hay un tema de urgencia que se necesita predicar o hablar de ello, y el pastor principal no ve el asunto igual (porque no está enterrado de toda la situación).

Por lo cual, debe ser muy importante que cada miembro de iglesia igual como cada pastor de iglesia de entender que debe existir una relación íntima, personal, y individual entre el pastor y cada una de las ovejas.

Una iglesia grande ofrece muchas ventajas, pero la comodidad de esta situación actualmente obra en contra de los propósitos de Dios. Por ejemplo, muchos cristianos les encantan asistir una iglesia grande porque ellos puede gozar de los beneficios sin participar o pagar por ellos. Esto hace un estilo de cristiano que a la verdad vive de los demás. El concepto de sacrificio personal parece de lo que miembros de iglesias grandes les gustan a olvidar. En una iglesia de 50 personas, no sacrifican, y el pastor no puede vivir, y se va a otro lado.

En una iglesia grande también hay un elemento de «ser anónimo» que muchos les gusta. Humildad es bíblico y es una cosa, pero esto no es humildad, sino es el deseo de no participar, y no ser notado. En la discusión arriba, hablamos sobre el pastor bíblico debe saber la situación y vida de cada miembro de su iglesia. Muchas iglesias tienen estos tipos que a la verdad, entran, asisten, y salen, sin alguien en el liderazgo de la iglesia que se fijan en ellos. A veces traen problemas espirituales pero sumamente graves, y no quieren la atención pastoral, porque quieren vivir sin que alguien trata de sus pecados. Como el pastor no puede visitar cada familia o miembro aun una vez al año en una iglesia grande, entonces se va «bajo el radar» (sin que nadie se fija en ellos). El pastor se entierra del problema con ellos cuando hacen suicidio o que está en la cárcel, o algo grave les pasa. Aun en iglesias chicas, hay personas así que se esconden sus penas, sus problemas, y sus vicios, pero a lo menos es más probable que si el pastor habla con ellos en la puerta cada domingo, comen con ellos cada mes o dos, se puede discernir algo de su situación.




Nuestra conclusión es que iglesias grandes presentan peligros y problemas especiales, y si no tienen pastores asistentes, ¿Por qué no? ¿Dónde está su ventaja? Si tienen pastores asistentes capaces de ser pastor completo sobre una congregación, ¿Por qué no se dividen entre varias iglesias para hacer exactamente esto? La respuesta es sorprendente.

Es muy común en iglesias grandes de no tener pastores asistentes que son completamente capaz de ejercer el trabajo de pastor, sino ayudantes que simplemente hacen lo que dicen el pastor. Ellos no tienen la estatura espiritual para enfrentar problemas, discernimiento para entender sobre el ministerio y las vidas espirituales, y hacer todo envuelto con ser pastor. Sirven al pastor en un solo punto, de avisarle de amenazas a su autoridad. Si un grupo quiere tomar control de él, le sirvan. Ellos promueven el plan, las acciones, y el liderazgo y control del pastor, y no son realmente predicadores o ministros que Dios se les dirige, sino son dirigidos por el pastor.

Vemos Pablo en Gálatas relatando su enfrentamiento con Pedro donde regañó a Pedro por su mal entendimiento sobre la libertad cristiana, y su caída bajo la influencia de los judiazadores. ¿Crees que el típico pastor asistente lo haría esto? ¿Qué será la respuesta del pastor a este tipo de regaño? ¿Será como Pedro, reconociendo la validez de un ministro compañero? No. Será de quitar al pastor asistente de la iglesia lo más pronto posible? Esto es la situación actual en nuestras iglesias. Un pastor que domina y decide todo, y los demás no pueden expresar aun preocupaciones legitimas.

Se puede decir que en cualquier iglesia esto puede suceder, pero el punto aquí es que los pastores asistentes no soluciona el problema de tener un pastor que te conoce personalmente, y conoce y entiende tus problemas espirituales para predicar sobre ellos.




Problemas de Iglesias muy Chicas

Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Este versículo nos asegura que aun teniendo «dos o tres», Dios entra entre ellos para convivir con ellos. Podemos decir que una iglesia chica es como un bebé, un ser humano en los primeros pasos de su nacimiento y crecimiento. Una iglesia grande es una iglesia obeso, sobre peso, y llega a ser ineficaz, inactiva, porque el peso de ello estorba la agilidad para hacer trabajo.

O sea, piensas, en una iglesia chica de 50 personas, hay 5-10 que se va a testificar cada semana. Entonces es lógico de pensar que en una iglesia de 6000, debe haber 600 que salen. Así no es la norma. Hay iglesias muy grandes que apenas tienen 5-10 personas que salen a testificar, y entre ellos, el pastor no es uno.




En una iglesia chica, cualquier actividad y participación por una sola persona es sentido. Pero por ser chica, igualmente, el pecado o la apatía de aun una persona es muy sentido. Cuando hay muchas personas, una persona puede decir que no le gusta orar o salir a evangelizar, y no le hacen caso. Pero en una iglesia chica, los malos ejemplos casi matan las ganas de todos.

Igualmente en las iglesias chicas, les toca a todos a participar, porque sin el trabajo de todos, la iglesia tiene mucha dificultad en funcionar. Por ejemplo, si cada persona da un diezmo de sus ingresos, es necesario de tener 10 buen miembros que ganan lo normal para sostener una familia para pagar el salario del pastor. Además, necesitarán otros tantos iguales para pagar las necesidades de luz, agua, renta o hipoteca, etc. de la iglesia. Entonces si una familia se sostiene con el salario del hombre o la pareja, es necesario para el buen funcionamiento 20 familias fieles que dan fielmente cada mes para sostener la iglesia. Esto representa una iglesia de 50 a 80 personas, y no hemos tocado de los hermanos necesitados entre ellos, igualmente otras causas como lo de misiones mundiales.

Esto no es decir que no aceptas asistir una iglesia pequeña. Muchos cristianos no tienen otra opción, porque la iglesia en su área es la única opción posible. Pero es de decir de ser consciente que tal iglesia te necesita más, y esto es bueno en los ojos de Dios. Haces una diferencia para la obra de Dios. He visto iglesias pequeñas que son sostenidas por 2-3 personas que sacrifican mucho por la obra de Dios. Su premio en el cielo será grande.




Conclusión

El tamaño de una iglesia, chica o grande, no debe ser una consideración en asistirla o no asistirla. En el caso de una iglesia chica, será bueno que entras prestando tu energía, recursos, tiempo, y vida para que se levantara mejor por tu participación. En el caso de una iglesia grande, no debes entrar en tal iglesia si no hay atención personalizada del pastor a cada miembro. Una cosa es que el pastor se fija mucho en los miembros de dinero y poder, y otra cosa es como se trata a los miembros de poca atención (los quietos, humildes, y introvertidos). Si la iglesia y el pastor presta atención y servicio bien a todos, la iglesia grande puede ser de bendición.




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