¿Es pecado tener o asistir a una iglesia grande?

En sí no es pecado el tamaño de una iglesia. Puede ser mediana, grande, chica, o muy chica, o muy grande. La Biblia no habla mucho de todo esto. Pero entra unos problemas particulares al tamaño cuando llega a ser muy grande, (o el inverso cuando es muy chico).

Problemas de Iglesias muy Grandes

Jn 10:3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.

Lo que vemos en este versículo no es una prohibición en contra de iglesias grandes, sino una norma que debe existir en cualquier iglesia bíblica. Esta norma habla sobre la relación entre las ovejas y su pastor. Este pasaje habla claramente como Jesús como nuestro buen Pastor, pero a la vez, habla sobre la forma de un pastor bíblica (y una iglesia bíblica) que el pastor no brinca el redil, sino entra formalmente y correctamente, hablando de como el bíblico pastor hace las cosas. En esto, habla de un pastor que no es pastor «por la puerta» sin trata de hacer su influencia por medios o formas escondidas (brincando el redil).




Sigue leyendo ¿Es pecado tener o asistir a una iglesia grande?

Escogiendo a cuál iglesia asistes

Escogiendo a la Iglesia adonde voy a reunir:

Heb 10:22-25 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.




Introducción

Simplemente es la voluntad de Dios que congregamos en una iglesia local. Hay muchas razones que la gente da porque no lo hace, y hay muchos berrinches que hacen aun que van, pero el punto céntrico que nadie puede cancelar es que es la voluntad de Dios, simple y sencillo.

Ahora vinculado como igual que congregamos es lo que debe pasar cuando estamos en esta «congregarte», que es una «estimulación» o esfuerzo de animar uno al otro al amor y a las buenas obras. Esto es el enfoque principal de nuestra congregarnos. Todo esto es para que mantengamos firme la profesión o expresión externa de nuestra fe. Tomando este principio en conjunto con lo demás que enseña el Nuevo Testamento sobre la iglesia, entonces entendemos que es la voluntad de Dios que asistimos, participamos, y apoyamos la iglesia local. Esto es una que yo como cristiano, la llamo «mía» personalmente.




Sigue leyendo Escogiendo a cuál iglesia asistes

Salir de la versión móvil