El Carácter de un Buen Predicador

El Carácter de un Buen Predicador. Tienes que entender que un buen predicador tiene un carácter especial que va con su llamamiento y vocación. Explicamos algo de esto aquí.

2 Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.




Un Buen Predicador tiene que Ser un Excelente Estudiante de las Escrituras.

El perfil de un buen predicador siempre incluye un elemento de ser un estudiante excelente de las Escrituras. No hay excepción a este elemento. Aun para los predicadores que Dios usó para darnos las Escrituras, como Pablo, Pedro, Juan, etc. todos fueron excelentes estudiantes de las Escrituras. En ningún caso, excepto tal vez Jesucristo, fueron un buen predicador sin saber, estudiar, y conocer muy bien las Escrituras que tuvieron. En el A.T., las Escrituras no fueron escritos todavía, pero lo que eran escritos, estudiaron a lo profundo para conocerlas muy bien.

¿Por qué buenos predicadores saben bien las Escrituras?

Las Escrituras tienen la historia del pueblo de Dios y de su Mesías Salvador, Jesucristo. Pero afuera de la necesidad de entender el contexto histórico de los eventos y mandamientos de Dios, el predicador tiene que entender los principios de Dios, y esto necesita poner todo en su lugar histórico. Por ejemplo, Dios mandó cada varón creyente a ir a Jerusalén para ofrecer el sacrifico de un animal cada año. Primero, no dio este mandamiento a los de la iglesia, sino lo del pueblo de Israel.

Este sacrificio manifestaba un entendimiento de que cada pecador tiene que tener un sacrificio delante de Dios para ser salvo. Adentro de uno mismo, no se puede salvarse solo.

Pero el entendimiento es que sí, este requisito sigue, pero en el N.T. Dios nos mostró que Jesús es el sacrificio para los pecados, no un animal.

Las Escrituras y los sermones

Simplemente, lo que un predicador da a un grupo de gente es el mensaje de Dios, y siempre esto tiene que ser fundado y basado en las revelación de Dios en las Escrituras. Las Escrituras son nuestra autoridad. No podemos decir nada con autoridad sin basarlo en algo de una porción de las Escrituras.

Los sermones deben venir de la Biblia. Deben fluir naturalmente de las Escrituras sin esforzar el punto sobre interpretaciones muy dudosas. Hay una forma natural que debe ser la regla de interpretar las Escrituras.




Un Buen Predicador no tiene miedo del Pueblo que sirve

Tenemos que entender el carácter de predicar. Cuando alguien predicar a un grupo de gente, siempre este grupo tiene problemas y pecados. Es la tarea del predicador de analizar la gente que sirve por sus clases y sermones, y luego, el predicador dirige sus sermones hacia estos problemas y necesidades espirituales.

Cuando el predicador trata de los pecados del pueblo frente a él, siempre hay una reacción negativa. Esta reacción es porque gente en general no le gustan regañas de sus pecados. El buen predicador entiende esto, pero no es un cobarde. (Ve no hay cobardes en el cielo)

Todo el trabajo de un predicador es de hacer este trabajo de enfrente la gente con los mensajes de Dios. Si lo hace muy brusco, ellos no van a regresar a escucharle o van a correrle de su iglesia. No invitarle de hablar más. Toman ofensa de lo que dice y cierre sus corazones y oídos a sus mensajes. Pero el otro extremo es igualmente mal.

Hay pastores que toman iglesias grandes o iglesias con gente poderosa, rica, y de influencia, y el pastor nunca toca los pecados peculiares de ellos. No reciben el mensaje de Dios sobre no codiciar las riquezas de este mundo.

Un Buen Predicador no es un Hipócrita

Otro elemento de un buen predicador es que es disciplinado en su propia vida. El predicador tiene la vocación de decir a los demás cómo debe vivir. En su propia vida, tiene que tener cosas «bajo control.» Esto es de decir que es ordenado pero también es sin graves pecados. Si los predicadores pecan, pero examinan constantemente a sus propias vidas y confiesan los pecados que encuentran y luchan para mantener limpias su vidas.




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Baxter Orientaciones para Odiar el Pecado
es un artículo de 20 "orientaciones" o pensamientos porque debemos odiar el pecado y alejarnos de ello.
Extracto: 1. Orientación
Esfuércese tanto por conocer a Dios como para ser conmovido por Sus atributos. Viva siempre delante de Él. Nadie puede conocer el pecado perfectamente porque nadie puede conocer a Dios perfectamente. Usted no puede conocer el pecado más de lo que conoce a Dios, contra quien usted peca; la maldad formal del pecado es relativa, pues es contra la voluntad y los atributos de Dios. El hombre piadoso tiene algún conocimiento de la maldad del pecado, porque él tiene algún conocimiento del Dios que es ofendido por este.

El impío no tiene un conocimiento práctico y prevaleciente de la maldad del pecado, porque él no tiene un conocimiento de Dios. Aquellos que temen a Dios temerán el pecado; aquellos que en sus corazones son irreverentes e impertinentes para con Dios, harán, en sus corazones y en sus vidas, lo mismo para con el pecado; el ateísta, que piensa que Dios no existe, también piensa que no hay pecado contra Él. Nada en el mundo entero nos mostrará de manera tan simple y poderosa la maldad del pecado, tanto como el conocimiento de la grandeza, bondad, sabiduría, santidad, autoridad, justicia, verdad y etc., de Dios. Por tanto, el sentir su presencia hará que también sintamos la maldad del pecado.

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