Por donde empieza la buena predicación

Por donde empieza la buena predicación es una entrada sobre el origen de dónde viene una buena predicación o sermón.

¿Por dónde empieza la buena predicación?

¿Por dónde empieza la buena predicación?
por Pastor-Misionero David Cox




 ¿por dónde empieza la buena predicación? y El Hombre de Dios

La buena predicación empieza y termina con el hombre de Dios que sube al púlpito para predicar. A fin de cuentas, el sermón o la presentación es realmente el dar parte de su vida personal al público. Quiere decir esto, que cualquier sermón dado es una presentación construido por alguien (tú u otro) en que ellos crearon la presentación de ideas y esperamos verdades para esta gente. El creador de un sermón pone sus pensamientos, entendimientos, y descubrimientos sobre las verdades de la Palabra de Dios en la presentación. De dar un sermón de otro es realmente que tú sales del púlpito por este sermón y dejas que otra persona da el mensaje. Tal vez de vez en cuando esto es una buena estratagema, pero por lo general, uno mismo tiene que hacer sus propios sermones.




La preparación para el sermón

Es ridículo de pensar que uno puede dar algo de valor sin tener que le cueste personalmente. Es como con la comida y las cocineras. Cualquier comida que hacen en 10 minutos puede pasar si no hay otra cosa, pero a nadie le gusta este tipo de comida. Es comida chafa, y con una dieta constante de esto, muchos dejan de comer allí.

Cada buen sermón necesita tiempo y esfuerzo.

Es otra vez como una buena comida. Sin preparación y esfuerzo (trabajo o labor) de prepararlo bien, no va a salir bien. Un postre medio batido, y medio cocido no sabe muy bien, igual un sermón.

Hay dos tipos de preparación que el buen predicador se dedica a hacer: (1) preparación para un sermón particular, (2) preparación en general para su persona. Un chef es una persona dedicada a la preparación de comidas, y por lo tanto, se esfuerza tanto en preparar una buena comida que estudia cómo cocinar. Un secreto aquí, buenos y famosos chefs son sabios en como juntarse y tomar ideas de otros, especialmente libros de recetas y comidas famosas de otros famosos chefs. Un buen predicador va a hacer lo mismo. El ministerio de predicar es un ministerio mitad presentación pero también mitad encontrar, entender, organizar, archivar, y estudiar para construir un buen sermón.

Yo, siendo pastor por 20 tantos años, me fijo tanto en lo que dice un predicador que sus recursos que usa para preparar sus sermones. Tal vez los recursos no son muy vistos para muchos, pero esto es lo que yo me fijo en un buen predicador.

Entonces un elemento tal vez lo más importante es la relación que el predicador tiene personalmente con Dios, y esto se establece en tiempos quietos, el predicador sentado leyendo su Biblia. Es bueno de nada más leer la Palabra de Dios para hacerse familiar con ella, pero es mejor de leerla con una pluma y cuaderno en mano haciendo apuntes de todo que Dios le muestra. También es un milagro hoy en día que un predicador actualmente encuentre diario tiempo para esto. Levantándose a las 5 de la mañana o estudiar hasta la 1 o 2 de la mañana puede ayudar, pero sin tiempo aparte de lo demás donde uno puede pensar regularmente, no va a crear buenos sermones. Estos pastores que no dedican tiempo en serio en estudiar robar sus sermones de otros pastores, o simplemente su menú es siempre lo mismo, siempre Sopa Marucha en el microonda.




La Fuente del Sermón

Debemos empezar con la Palabra de Dios. Esto sí es cierto. Pero también, hay muchas partes y mensajes diferentes en las Escrituras, y ¿Cuál de todos estos debe uno presentar? El buen predicador es una persona como un médico, o una abuela. Se va viviendo y observando las personas a su cuidado, y cuando ve algo afuera de lo que debe ser, se interpone con un remedio. Es mucho más de checar algo en un libro de medicina, es una forma de vivir para esta persona. Cada cosa que ve u oye es analizado y comparado con lo que esta persona sabe y entender de la Palabra de Dios, y casi la mayoría de las cosas que observa es investigado más en las Escrituras para averiguar lo que la Biblia actualmente dice sobre ello.

Yo como Pastor estoy constantemente escuchando a las conversaciones de mi congregación, mi familia, la televisión y noticias, y aun si leo un libro secular o veo una película, analizo lo que presenta. Cuando veo cosas que toca el espiritual, me impresionan, y son posibilidades de hacer un sermón apoyando lo que es bíblico y denunciando lo que no es bíblico. Hace tiempo, el príncipe de Inglaterra se casó. Su novia rehusó de dar votos de obedecer a su esposo. Este dato de noticia es algo que el cristiano necesita denunciar. La Biblia propone que las esposas debe ser sujetas a sus esposos, y entonces predica sobre el tema a tu gente.

Los mejores sermones son los que nacen en casa.

Los mejores sermones son los que envuelven principios y asuntos espirituales que tu tienes en tu propia vida, y aprendes de la Palabra de Dios lo que quiere Dios. Es mejor de aprender, entender, y comunicar estas verdades a la congregación, pero no necesariamente usar a ti mismo como quien tuvo este problema, o que no entendió. Este detalle que es personal no tiene que entrar en tu sermón para nada si no te conviene, pero da más pasión en la predicación, y más entendimiento si tratas con lo que tú personalmente has aprendido, y especialmente si te interesó personalmente.




La Entrega del Sermón

Pasión

Tal vez un elemento muy visto en buenos predicadores es la pasión. Nadie quiere oír una persona aburrida hablando de cosas que ni a él le importa. Pero como buenos maestros en las escuelas, igualmente marca a buenos predicadores en los púlpitos, una pasión intensa en comunicar y convencer a otros sobre lo que nos presenta.

La Explanada del Sermón

Una explanada según el diccionario el mundo.es es «un espacio de terreno llano o allanado.» La explanada del sermón es como tú lo presentas al público.»



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      Controlando tu Ira


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      Este libro es para ayudar a los hermanos con su ira. A la verdad, Dios no está en el enojarse y ventilarse atacando a otra gente. Dios quiere que mantenemos control. Cuando uno debe enojarse (contra pecado y falsa doctrina) casi nunca hacemos esto. Cuando no debemos hacerlo, esto es cuando lo hacemos. Por ejemplo Jesús ni se enojó con la tortura que le hicieron ni abrió su boca. Este libro va a pasar por unos principios útiles para controlarse cuando uno se enoja.

      Tabla de Contenido

      Introducción
      Capítulo 1 ¿Qué es el pecado del enojo?
      ¡Qué es la definición del “enojo”? El mero pecado del enojo y sus amigos. Diferentes Grados de enojo. El coraje, el rencor y la guerra del silencio. Provocación a otros a la ira.

      Capítulo 2 ¿Cuándo no es pecado el enojarse?
      El airarse bíblico. Cuando Jesús se enojo con ira santa. Ejemplos de Moisés y Nehemías.

      Capítulo 3 ¿Cómo nos afecta el enojo?
      El enojo produce conflicto, contención y problemas. Es un lazo para nuestra alma. Nos identificamos como necios y no como sabios. El enojo y la ira es lo que los inconversos hacen libremente, no es lo que hace un hijo de Dios normalmente.

      Capítulo 4 ¿Cómo dominamos y controlamos nuestro enojo?
      Sumisión a la voluntad de Dios para tu vida. Buscar la templanza, no el desenfreno carnal. Busca paz, no contención. Haz el bien, y no el mal.

      Capítulo 5. El amor como el cimiento para la salvación.
      El Carácter de Dios: Dios es Amor. Somos salvos por el amor de Dios. El salvo es un imitador de Dios. “Dios es amor” 1 Juan 4:8 El amor es lo opuesto a ser extraño y agresivo. “El amor es de Dios” 1ª Juan 4:7 ¿Por qué amamos? (Buscamos el amor) Es el primer mandamiento. Es el segundo mandamiento. Amamos porque Dios nos ama. Los cristianos llevan el amor como identificación de quien es salvo. Todos los salvos aman a los hermanos. El no amar es aborrecer, es la conducta de un inconverso.

      Capítulo 6. El perdón está en contra de la venganza.
      Perdonado como nosotros perdonamos ¿Qué es el “perdón? ¿Qué es la misericordia? El perdón y la misericordia son parte del carácter de Dios El perdón es un concepto clave en la salvación. ¿Por qué me es importante el perdón? Dios promete misericordia solamente para aquellos que son misericordiosos. Dios castiga cruelmente a la persona que no tiene misericordia. El perdón de Dios es un requisito para obtener la salvación. Debemos amar a quien nos perdona. ¿Cómo puedo perdonar a otros? Debemos recordar el perdón que Dios nos dio a nosotros. No llevar cuentas con la gente. Debemos entregar todo a Dios y no tomar las cosas tan a pecho. El cristiano debe dejar toda venganza en las manos de Dios. No busques juzgar a otros, sino ten compasión de ellos. Los Cristianos debemos buscar la paz y no contiendas. La regla de oro es nuestra guía. Una lista de sugerencias. Conclusión

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