Llamamiento: Motivos Ilícitos La cuestión de que si uno es llamado es muy difícil simplemente porque diferentes situaciones merecen diferentes consideraciones. Trataré de separar estos para uno.
Para estos varones, el llamamiento es un tema muy importante. Primero, uno tiene que examinar sus motivos, el ¿Por qué? está o entra en el ministerio.
Antes de nada, ¿Qué importa?
Tus motivos importan demasiado. Tus motivos guian lo qué haces, y cómo lo haces. Tus motivos van a guiarte a poner ciertas metas en tu ministerio. Si entras al ministerio por fama personal, entonces vas a arreglar las actividades y eventos y ambiente de la iglesia a ser un círco, no una casa de adoración a Dios.
Igualmente, tu estilo de ministrar va a ser determinado por tus motivos en tu llamamiento o la falta de llamamiento por Dios totalmente.
Hay muchos pastores que simplemente están ocupando un lugar. No están buscando con todo sus energía y corazón a los objetivos que Dios manda.
También, el motivo de hacerse rico o bien establecido ecónomicamente puede causar uno a no predicar a asuntos que debe pero puede causar la pérdida de miembros ricos, o los ricos de no ser tan generosos.
Motivos Ilícitos de entrar
1. Para enriquecerse. En varios lugares, Dios impone requisitos, y uno de estos requisitos es en contra de la codicia y la avaricia. Hoy en día hay unos ministerios tremendos que parecen de ser exactamente edificados y administrados para cuanto dinero puede recobrar para el jefe, o los más de arriba del ministerio. Primero antes de nada, si piensas que vas a entrar en el ministerio para hacerte rico, eres descalificado. ¡Quédate afuera!
1Ti 6:7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 1Ti 6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 1Ti 6:9 Porque los que quieren enriquecerse c¿n en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 1Ti 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
2. Para ser famoso (gloria o fama). Aquí vemos otra razón incorrecta. Simplemente hay gente que les gusta oírles a sí mismo hablar. Igualmente son arrogantes, orgullosos, y tienen una compulsión y prioridad en «ser lo mejor de todos.»
2Co 10:12 Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos.
Cuando un varón es llamado a Dios a ministrar, no tiene el ojo pelado a lo que los demás hacen o no hacen, lo que es popular o «políticamente incorrecto». Su llamamiento tiene que ver con su relación de Dios, y hace lo que hace por una compulsión del Espíritu Santo en su corazón, diciéndole que «TIENE QUE HACER» algo.
3. Para controlar a la gente. Hay unos pastores que simplemente quieren controlar las vidas de otras personas. Hay algo que le agrada de estar en esta posición. Normalmente no quieren ser extremos en obedecer a Dios es sus propias vidas, pero son todo dar cuando llega a controlar a otros.
4. Son empujados por otros al ministerio. Es triste, pero unas personas entran en el ministerio porque sus padres, o abuelos, o aun su esposa quieren y empujan al hombre al ministerio. Estos son fracasos esperando.
Entré en el ministerio por la causa o motivo equivocado. ¿Ahora qué?
Pues, primero de todo, tienes que ver el cargo que tienes y debes ser fiel a ello. Unos simplemente deben bajarse de este cargo lo más pronto posible. Pero también Dios obra en formas que no entendemos. Debes poner el asunto bajo mucho tiempo para ver si Dios está llamandote o no, y debes obedecer lo que te dice Dios.
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Baxter Orientaciones para Odiar el Pecado es un artículo de 20 "orientaciones" o pensamientos porque debemos odiar el pecado y alejarnos de ello.
Extracto: 1. Orientación
Esfuércese tanto por conocer a Dios como para ser conmovido por Sus atributos. Viva siempre delante de Él. Nadie puede conocer el pecado perfectamente porque nadie puede conocer a Dios perfectamente. Usted no puede conocer el pecado más de lo que conoce a Dios, contra quien usted peca; la maldad formal del pecado es relativa, pues es contra la voluntad y los atributos de Dios. El hombre piadoso tiene algún conocimiento de la maldad del pecado, porque él tiene algún conocimiento del Dios que es ofendido por este.
El impío no tiene un conocimiento práctico y prevaleciente de la maldad del pecado, porque él no tiene un conocimiento de Dios. Aquellos que temen a Dios temerán el pecado; aquellos que en sus corazones son irreverentes e impertinentes para con Dios, harán, en sus corazones y en sus vidas, lo mismo para con el pecado; el ateísta, que piensa que Dios no existe, también piensa que no hay pecado contra Él. Nada en el mundo entero nos mostrará de manera tan simple y poderosa la maldad del pecado, tanto como el conocimiento de la grandeza, bondad, sabiduría, santidad, autoridad, justicia, verdad y etc., de Dios. Por tanto, el sentir su presencia hará que también sintamos la maldad del pecado.
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